Android, como cualquier sistema operativo, no es inmune al malware y a pesar de que Google toma cada vez más medidas para evitarlo, nuestros móviles no llegan a estar a salvo al cien por cien. El hecho de bajar cualquier archivo de una página que no sea de confianza o conectarse a redes WiFi públicas, puede conllevar el riesgo de que nuestro móvil sea hackeado. No siempre es así, por supuesto, pero no debemos bajar la guardia si nuestro smartphone nos da señales de alerta.
Si estás haciendo un repaso mental de cuántas veces lo has hecho, calma, ya que realizarlo no implica necesariamente que tengas malware en tu móvil. Si aún así quieres comprobar si tu dispositivo está infectado, te damos las pistas clave para averiguarlo y, en caso de ser así, cómo evitarlo en el futuro.
Alto consumo de batería y de datos
¿La batería de tu móvil apenas te dura un par de horas? Es un síntoma de que algo pasa, aunque no determinante para hablar de hackeo. De hecho, muchas veces los fabricantes lanzan actualizaciones de los sistemas operativos que se "comen" la batería de los terminales más antiguos. También depende del uso que le des a tu móvil, si solo consultas el correo o, por el contrario, te pasas horas en YouTube con el brillo de la pantalla al máximo.
Sin embargo, si usas el teléfono igual que siempre y la batería falla, puedes comprobar qué pasa dirigiéndote a los Ajustes de tu móvil y buscar "Batería". Ahí podrás comprobar en qué consumes la batería de tu móvil y ver si hay algo que te suene raro.
Lo mismo, e incluso más fiable, es el consumo de los datos. Si mantienes tu rutina habitual y de repente se disparan, puedes tener un malware en tu móvil. ¿Por qué? Sencillo, este envía información al hacker a través de los datos del móvil en el que está instalado. Para comprobar el consumo de datos, ve a los Ajustes y a "Datos móviles". A continuación verás un listado ordenado con las aplicaciones que más datos consumen en tu móvil según el uso que les des.
Aplicaciones que no has instalado
Al comprobar el consumo de batería y datos de tu móvil, verás también todas las aplicaciones que hay instaladas en tu teléfono. Lo más probable es que solo uses unas pocas y el resto estén allí, ocupando espacio y casi olvidadas. Pero si observas alguna que no recuerdas haber instalado, lo mejor es que consultes tu historial de Google Play para comprobar cuándo la instalaste. No olvides las apps instaladas con archivos APK lejos de las plataformas oficiales, ya que la mayoría del malware suele entrar por ahí.
¿Qué son? Cuando queremos instalar apps más allá de Google Play, podremos hacerlo con archivos APK que permiten instalar software en Android. Con ellos, podremos acceder, por ejemplo, a actualizaciones de aplicaciones oficiales que aún no están disponibles para el público, pero también podemos instalar, sin querer, aplicaciones de orígenes dudosos.
Si no te suena haber instalado la app tú y piensas que podría ser maliciosa, lo mejor es que la borres de tu smartphone. Si no puedes hacerlo puede ser debido a un malware, aunque debes tener en cuenta que algunas aplicaciones vienen instaladas de forma predeterminada en el teléfono y no pueden desinstalarse, lo que no significa que tu dispositivo esté infectado.
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Es, con toda seguridad, uno de los síntomas más evidentes y molestos. Algunos malwares suelen generar ventanas emergentes de publicidad que te incitan a realizar alguna acción. Suelen salir cuando usas aplicaciones, juegos o cuando navegas por internet y, las más habituales, nos alertan de que nuestro teléfono está infectado y te sugiere descargar un antivirus que, en principio, no deseabas.
Ojo al navegar también por internet si sufres un redireccionamiento. Es decir, si en el navegador escribes xataka.com y en lugar de ir al sitio web acabas en una página diferente. Si te ocurre eso es probable que haya un malware en tu dispositivo.
Mensajes que no has escrito
Si usas Facebook, seguro que más de una vez te has encontrado con algún mensaje raro de tus contactos y, después, la consiguiente aclaración de "Me han hackeado la cuenta, no he sido yo". Pues lo mismo con el resto de aplicaciones de tu móvil. Si de repente tus contactos te alertan de que les envías mensajes de WhatsApp o un SMS extraño, es posible que tu móvil haya sido hackeado. Y, cuidado, porque este usa tu agenda de contactos para propagarse.
Alerta también con las suscripciones premium a través de mensajes de texto si de repente recibes mensajes diarios con tu horóscopo, por ejemplo. Esto también conllevará una desagradable sorpresa: probablemente tu factura se verá incrementada bastantes euros.
Calentamiento global
No, no hablamos del calentamiento del planeta. Nos referimos a tu smartphone. Si ves que está más caliente de costumbre puede ser debido a que una aplicación maliciosa se está ejecutando en segundo plano, lo que además conlleva un gasto extra de batería y de datos.
Recuerda que cuando ejecutas varios procesos a la vez o abres algún juego que consuma mucho, el procesador de tu teléfono irá más rápido y, por tanto, puede provocar que la temperatura suba. Pero es solo en esos momentos puntuales. Si ves que se repite varias veces al día, a pesar de que tu móvil esté en reposo, algo pasa.
Eso sí, no es un síntoma determinante, si por ejemplo usas una funda para tu móvil de mala calidad, tu dispositivo subirá de temperatura.
Mi móvil está infectado, ¿y ahora qué?
Vale, con las claves anteriores piensas que es probable que tu móvil haya sido hackeado. Que no cunda el pánico, porque hay solución. Solo hay que saber cuál. ¿Qué debes hacer ahora?
Para empezar, reinicia tu dispositivo en modo seguro ya que aquí las aplicaciones maliciosas no entran en funcionamiento y podrás eliminar la que necesites desde los Ajustes del teléfono.
A continuación, verifica el estado de tus aplicaciones. Para ello, ve a Ajustes > Google > Seguridad, donde verás la opción "Verificar aplicaciones". Es algo así como un antivirus interno de Google y ahí podrás activar las opciones "Buscar amenazas de seguridad en el dispositivo" y "Mejorar detección de aplicaciones dañinas". Si de paso eliminas las aplicaciones que no usas, ganarás espacio extra en tu móvil.
¿Nada de eso funciona?
Si aun así no puedes, solo te queda una opción: restaurar los valores de fábrica. Es la opción más radical ya que perderás toda la información de tu móvil (para conservarla, asegúrate de hacer una copia de seguridad antes de resetear el móvil), pero también la más efectiva.
Como medida de prevención, deberías desactivar los orígenes desconocidos. La mayor parte de los móviles Android vienen con esta opción desactivada, pero muchas veces acabamos activándola para poder descargarnos el archivo APK de alguna aplicación.
Si es tu caso, lo ideal es que la mantengas siempre desactivada y la actives en el momento que quieras bajarte aplicaciones o archivos más allá de Google Play. Encontrarás esta opción en Ajustes > Ajustes avanzados > Seguridad, donde verás la opción de activar o desactivar las apps de origen desconocido.
Además, contar con la última actualización del sistema operativo de Android y mantener al día los parches de seguridad protegerá tu smartphone de las últimas vulnerabilidades detectadas. Podrás ver el que tienes instalado, y actualizarlo a la última versión disponible, en Ajustes > Acerca del teléfono > Parche de seguridad Android.